lunes, 3 de septiembre de 2012

Noche tras Noche

Cada pulso proveniente de cada latido es arrojado por mi cuerpo hasta lo mas minúsculo, la sangre escapa de las incisiones dando paso a la comunicación entre mi interior y mi alrededor, lentamente mis ojos se humedecen y se pierden en cielos infinitos, expando mi torso para dar lugar a una inspiración profunda y un suspiro escapa de mis labios a medio abrir el cual se materializa en un pálido vapor de agua, mi cuerpo extendido y depositado horizontalmente en la superioridad de la estela de glifos tallados, el rojo que se libera de mi corporeidad se extiende entre cada cavidad de la blanca piedra configurando el renacer de mi espíritu mellado, me separo de las cadenas que me mantienen firme en lo terreno pero me someto a las leyes del mas allá, se confecciona un gris oscuro y deprimente por el entorno, de un grito trato de volver pero ya mi cuerpo se ha marchitado junto al tiempo, el tiempo no es el mismo desde acá: una década en el mundo de la carne para nosotros puede ser un minuto aunque para nosotros un año para ustedes puede ser un segundo, damos saltos entre espacio y tiempo llevando nuestra desdicha a quienes tambalean entre nosotros y ustedes, acompañamos a quienes portan la muerte, no, no me refiero a quien quita la vida, pues él se encuentra mas cercano a la vida, si no más bien al que vive tratando de hablar con el pasado pues ellos son los únicos que nos interpretan, aunque hay quienes están en el mundo de la carne y ya muerto están, y al respecto siempre me pregunto ¿Cual de nosotros es el verdadero condenado? Despertando una vez mas en mi cuerpo y con otra oportunidad me levanto de la estela, arrojo la botella fragmentada que en mi mano se mantenían muchos trozos enterrados, miro nuevamente la piedra y los glifos parecen nunca haber existido, sacudo mi cabeza y siento un escalofrío en mi espalda, aun el frío lo siento y mi mano lentamente deja de sangrar, suelto una bocanada de vapor y me arrojo por la densa noche algo pensativo pero muy calmo, los pocos que aun caminan por la noche no advierten mi presencia pero a mis espaldas escucho un grito desesperado: "Auxilio!!!, que alguien llame una ambulancia" "es un joven!" "no, ya no respira".... sigo caminando por el camino de siempre recordando mi existencia algo melancólico, repitiendo el recorrido noche tras noche y sin rumbo con la cabeza completamente en nada....

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