jueves, 23 de febrero de 2012

Profana cosecha

Con la violencia de una caza nocturna atrapa mi interés, que tus ojos te guíen hasta mi cuello en una luna que se va tiñendo de rojo, devora mi corazón sin temor y exprime mis entrañas en forma sádica descontrolada, besaré a las mandíbulas ensangrentadas que desgarran mi carne y sonreiré como un lunático cuando tus garras se impregnen de mi cuerpo en la oscuridad de este fuego, la noche devora lentamente los pecados del día para vomitarlos sin escrúpulos en su juego, soy y seré la victima que con devoción es devorada para entregar mi vida a la eternidad que ahí me atrapa, mis ojos se abren después de la matanza, encarno ahora a la bestia que goza la panacea lunar de su naturaleza plutónica, invadiendo tu temores como un voraz ejercito de animales hambrientos y reemplazando tu silencio con gemidos incontenibles, succiono tu aliento hasta quitar de tus pulmones la vitalidad que alguna vez intrépida se atrevió a condenarme a tu cuerpo, el sudor y la sangre van pintando la escena con el temple inmortal, hasta que finalmente arrebatamos de nuestros corazones la sangre que enérgicos nos hacia vibrar en esta profana cosecha, el impetud es premiado con el esplendor de el tiempo detenido y una escena aislada solo para nosotros cambiando los roles de presas y depredadores, ahora ya solo queda la calma después del caos y los cuerpos reposan muertos e inmóviles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario