Mi amada Selene

 Un tímido sollozo se mueve por los pasillos perturbando mi paz, se presenta como un desgarrador sonido que se escapa de mi consuelo, las sombras del tiempo han labrado ya la discontinua historia entre trizados epitafios de grises piedras talladas y trazadas entre sufrimientos mudos y dolores imposibilitados de cicatriz, me arrodillo en solemne devoción  ante las estatuas descascaradas y mutiladas mientras mis ojos se abren en universos lejanos para poder comprender la esquiva sutileza de la perfección y quedo inmerso en una época de tiempo intacto entre las oscuras vertientes de mi razón siendo seducido por animas inquietas, me traslado de manera espectral saltando la continuidad de los movimientos y espacio hasta tocar la etérea mano de un alma que danza junto las nebulosas de mi curiosidad, me arrojo y despojo de mi ser con la intención de pertenecer al mundo incorpóreo mas allá de esta mellada carne hasta que lentamente una tinta abismal y oscurecida empieza a brotar de mi boca junto a unas ingobernables llamas grises que se despliegan entre mis pies encendiendo mi cuerpo en llamas hasta la configuración de mis carnes en cenizas y mis huesos en carbón, caigo de rodillas ante la escultura de la madre plutónica y tomo su mano mientras de sus ojos brota el fluido de tintes borgoña, el sol empieza a sangrar entre las nubes bañándolas de rojo y en posesión de mis lascivos impulsos tomo la daga de mi cinto con el objeto de rasgar mis carnes liberando así el elixir predilecto de los dioses y procedo a marcar con mi pulgar el símbolo de los despreciados en mi frente, el sol agoniza entre el horizonte y la negra noche se manifiesta con una gloriosa luna llena enrojecida solo para que yo junto al sol muerto ascienda al lado de mi amada Selene que descansa victoriosa esperando por mi, la cascara que alguna vez fui se enfría quieta ensuciando con  mis rojos fluidos el piso.....