lunes, 3 de septiembre de 2012
Tras el espejo
Encerrado en las profundidades de mi habitación las luces
exteriores entran cautas entre rendijas y el humo del incienso escala
suavemente hasta el techo, un vórtice libera mi mente y encadena mi
cuerpo a mi cama mientras la blanca bruma danza al ritmo de hipnóticos
tambores en una decadente marcha, succiono toda las realidades alteradas
con mi cabeza mientras de un impulso me levanto hacia al cristal que
esconde tras su transparencia un infinito, mi apariencia queda atrapada
tras los gélidos vidrios y en la reflexión de mi rostro una sonrisa
macabra es marcada mientras sus ojos caen delirantes y enormes sobre mí,
doy un paso hacia atrás desesperado y mi otro ser se libera del espejo
tomándome del cuello forzándome a quedar de rodillas ante él, el aroma
de los inciensos nos rodean y un piano suena desenfrenado, las guitarras
rugen con un gran e infinito estruendo pero yo estoy siendo encerrado
detrás del espejo mientras mi doble con una gran sonrisa le propina una
patada a mi desprotegido pecho, caigo entre la oscuridad del otro mundo
tras el vórtice opaco y siento que desciendo en un océano profundo,
rápidamente mi mano derecha se extiende desesperanzada hacia la atenuada
luz y estando con la sensación de ingravidez me ahogo en la nada, mis
manos toman mi cuello y cerrando mis humedecidos ojos me dejo caer al
fondo despertando alterado sobre mi cama, miro mi entorno: los inciensos
ya se han consumido y las luces de afuera ya son un rumor, con
inseguridad me acerco al espejo y mis temores se tornan en reales al
verme encerrado tras de él gritando y llorando, en mi boca se incrusta
una macabra sonrisa y peinando con mis manos mi enmarañado pelo miro
maliciosamente, mientras tras el espejo luzco desesperado me retiro
despreocupado...
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