martes, 20 de diciembre de 2011

21 de febrero de 2011, 2:58

Siguiendo la senda que orilla el torrente de agua caudalosa pero silenciosa, me enfrentaba a un pasillo de arboles que encerraban como boca de lobo a mi ser solitario en busca de una luz tenue e insípida que a medida me acercaba mas se borraba, mi corazón resonaba con cicatrices esperanzas amargas y sombrías, nada podía despejar mi mente, ni el armónico canal a mi izquierda ni mucho menos el susurro de los troncos gigantes que me envolvían, uno que otro vehículo se tomaba la molestia de alumbrar con sus focos mi camino, pero aun asi me sentía absorbido por una noche inmensa, mi pecho era mordido por pesadillas de enigmáticos sentimientos y persuasivos recuerdos me incentivaban a llegar un maldito final en ese camino, una deriva infinita que solía olvidar con un pensamiento filosófico pero inútil y un desconsuelo fugaz me caía repetidas veces, no estaba seguro de mi destino, solo de mi camino en tinieblas, pero me afligía el llegar a un lugar insólito y abrumador, un lugar que se saliera mas allá de mis cabales..... En eso una sombra empezó a pisar mis talones y se aferraba a mi como una carga en mi espalda, me susurraba bellas e inocentes palabras, promesas que nunca olvido y aun resuenan con fuerzas, igual que en mi sueño o mas bien un deseo de seguridad, de que alguien se preocupe de tu vida y que te prometa un futuro mas allá, pero solo es una sombra sin nombre, una esperanza sin rostro, se que esta sombra me acompaña a la distancia y que en algun lado o en algun otro tiempo estará, temo también que esto sea solo una locura, pero que mas da, prefiero alucinar toda mi vida cosas bellas, que solo descubrir que es una dulce mentira creada en un acto de autocompasión...... Una sombra que se aferra a mi y me presiona contra su pecho, me rodea en sus brazos y siento como besa mi cuello..... pero es solo una presencia intangible..... confusa y borrosa, como mi mente.

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