Entre sutiles nieblas ingreso a un largo jardín donde la fuente de agua verde y musgosa reposa eternamente, guiado por impulsos carneos mas allá de todo querer ensucio mis botas con el fango y castañas hojas caidas, me muevo suave por las escaleras de roca terminadas en un portico con una majestuosa puerta, los maderos y el cristal se abren ante mi poseidos por el impulso de mis brazos enfurecidos, un salón oscuro y empolvado ante mi duerme en la supremacía de antaño, las velas encienden ante mi y ante todo el salón, lentamente las paredes y pisos muertos son restaurados con una luz amarilla y con profundos toques cepias, inmediatamente como ilusiones de un pasado de lejanos sueños se pobla de danzantes y gozadores de la bohemia arrancado del romanticismo europeo, aquí el tiempo se ha cristalizado ante mi con promesas de una exitación inolvidable, me entrego a la música junto a licores exóticos y camaradas victorianos, sostengo conversaciones filosóficas con libre pensadores y bailo junto a una doncella inmaculada, pero un gran estruendo rompe mi imaginación y solo un vestido blanco y grisaceo por el polvo es sostenido por mis brazos, mis ojos son abiertos para ver que aun estaba solo entre paredes oscuras en un salón, para mi pesar, ya abandonado hacia decadas... el olor del vestido ya perdió la fragancia de mi acompañante onirica y los libre pensadores solo eran retratos en la pared, cierro nuevamente los ojos y la fantasia se reconstruye solo para mi.
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