5 de octubre de 2011, 2:29

Dedos ensangrentados distribuyen rojo tinte por la pared, un accidente simulado y una emoción perfecta crean un cuadro en panacea del mortal, en antiguas épocas satisfacía la sed de dioses en trance violento y ahora solo me satisface a mi en mi propia introspección. Me entrego a rituales a pesar de mi razón, sé que esto eleva mi espíritu aunque sepa la explicación de ácidos y nutrientes en mi cerebro cansado, desenfocado y hambriento. En mi dibujo de marcas rojizas lentamente se acaba el tinte y se seca sin poder terminar el proyecto completo, saboreo el oxido de mi ser interno, moviendo la lengua lentamente en mi dedo abierto siento como cada energía vital se deshace en mi saliva, y como un motor que lentamente pierde su marcha el liquido deja de brotar y me vuelvo a apagar junto a las luces silenciadas en mi recamara, las fibras de la tela me cubren y mi ojos me dejan ver imagines en velocidad, hechos pasados... hechos actuales... hechos ilusorios... ninguno es, fue o sera hecho.... y termino asumiendo que sigo siendo parte de un sueño sin final.